mayo 05, 2011

DifícilDeCalmar

Le acababa de dejar. Estaba furiosa porque él había regalado todo su encanto a otra. Pero decidió hacer un regalo de despedida. Estaba sentada y aparto, tranquilamente, la mesa que tenía delante. Comenzó a acariciarse por todos los recovecos y el miraba sorprendido. Se toco las tetas como él nunca había hecho y después bajo la mano por su tripa hasta llegar a tocar su botón preferido. Él estaba atónito y quería tocarla. Lo intento. Ella le dio una patada suave para apartarlo. Eso la ponía aun mas caliente. Se seguía tocando, no paraba. Cerro los ojos y puso cara de placer. Recorrió la lengua por sus labios e inclino su cuerpo de la silla. Se mordió la lengua para no regalarle ningún gemido más. Se llego a introducir más tarde hasta tres dedos y se dejo caer. Le miro con expresión de satisfacción, recogió su bolso y se fue dejando atrás una erección difícil de calmar. 

No hay comentarios: